martes, 26 de noviembre de 2013

Sobre el valor, el respeto y el amor

Una melodía de nuestro tiempo

Hoy encontré:

"Toda mujer merece tener un hombre, que la valore, que la respete y que la ame; y sobre todo que se lo demuestre".

Ante este pensamiento femenino. Tan caducó como la propia mujer sumisa; quise actualizarlo pensando en una sociedad más avanzada donde el sexo no sería lo determinante; y si la persona independiente de su género:

"Toda persona merece tener otra persona, que la valore, que la respete y que la ame; y sobre todo que se lo demuestre"

Visto lo visto, tampoco me pareció que el pensamiento mejorará, pues valor, respeto y amor son sentimientos, y como tales muy subjetivos de demostración.

Entonces acudí a "El Arte de Amar" de Erich Fromm, más que en busca de respuestas, a modo de sugerencias; y me vinieron los siguientes pensamientos:

"Yo aconsejaría a esta persona leer "El Arte de Amar" de Erich From, porque es seguro que le iba ayudar a madurar y le iban a sobrar la frase última (y sobre todo que me lo demuestre)".

Como ya pronóstico Erich Fromm a finales de la década de los cincuenta del siglo pasado, el capitalismo iba a influir en los sentimientos de las personas, acostumbrándolas a consumir sin valorar lo que consumen, porque en el fondo ese deseo de consumir pervierte el verdadero deseo de satisfacer, y para eso se necesita conocimiento,  conocimiento de consumir algo que realmente necesitamos, no algo que nos han inculcado y cuya satisfacción esta lejos de contentarnos porque no se adapta a lo que necesitamos. "El Marketing la tentación de nuestro tiempo".

Pero como madurar para entender el valor, el respeto y el amor.

Muy fácil, ni el valor, ni el respeto ni el amor, son mercancías, aunque la publicidad nos la quiera vender como tales.

La sugerencia, que no la solución, de Erich Fromm en su libro "El Arte de Amar" parte de la consideración de que el valor, el respeto y el amor son sentimientos, difícil es que medie una opinión objetiva que pueda demostrarlo, porque en ese terreno lo que prima es el verbo "SENTIR" que cuando es compartido hay que añadir el verbo "APRENDER", aprender del otro y aprender con el otro, y solo desde la comprensión mutua de los sentimientos entre personas, es posible compartir los sentimientos sin que nadie tenga que cambiarlos o intentar positivarlos en la comprensión del otro.

El Arte de Amar nos sugiere explorar en el otro, sin renunciar a nosotros, no para cambiarle, si no para averiguar lo que podemos compartir con él,  y si lo que deseamos verdaderamente son esos sentimientos, u otros deseos que hemos creído ver en la otra persona que no existen, y en el fondo tratamos de moldearla a nuestro antojo, haciéndole perder su valor, su respeto y su verdadero amor por nosotros.

Explorar y compartir es la mejor solución en el encuentro del otro.

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